Un lapicero en una mano virtuosa puede ganar más batallas que mil espadas.
lunes, 28 de noviembre de 2011
Como conseguir tráfico para el blog: 10 trucos esenciales
domingo, 27 de noviembre de 2011
¿Por qué ya nadie quiere ser princesa Disney?
jueves, 24 de noviembre de 2011
Sensores piezoeléctricos
Se trata de sensores piezoeléctricos ubicados en lugares de mucho tránsito, de esta forma, cada una de nuestras pisadas servirián para que ese sensor recogiera energia y la almacenara en la bateria correspondiente.
La energía que se consigue por persona con este método es mínima, unos 50 V por no recuerdo cuánto tiempo caminando, pero me pareció que era como una hora aprox. El caso es que si por una determinada baldosa por la que habitualmente pasan miles y miles de persona, tendremos miles y miles de V, lo que según el documental permitiría por ejemplo abastecer toda la demanda eléctrica de una ciudad como Nueva York.
No creo que sea el procedimiento definitivo para satisfacer totalmente nuestras necesidades energéticas, pero es un método muy bueno para aprovechar la energía mecánica que empleamos en algo tan sencillo como caminar.
Supongo, y espero, que con los años se consiga más energía por cada pasito que damos, y sobre todo que se absorba el derroche energético de las carreteras, ya que es inmensa la cantidad de energía que el movimiento del propio coche podría suministrarnos. He ahí, en mi humilde opinión, el próximo avance tecnológico notable en el campo de la energía.
Gabusito :)
martes, 22 de noviembre de 2011
¿Cuándo dejé de ser como ellos?
En numerosas ocasiones me "gusta" revisar las fotos de mis ex-compañeros de la infancia. Gente con la que he pasado multitud de horas, día tras día, año tras año; hasta que en un momento de mi vida nuestros caminos toman sendas diferentes. ¿Por qué no podíamos seguir juntos? ¿Por qué no podía todo seguir siendo igual de bueno?. A la 2ª pregunta no tengo respuesta. A la 1ª es posible que sí. Para ello debo seguir filosofando un poco más:
He podido comprobar que una inmensa mayoría de ex-compañeros cambiaron mucho (y a mal) cuando dejaron de tratar conmigo. Cambiaron de amistades y empezó el declive. No os engañaré, siempre supe que el único palo que servía de guía para esos árboles era yo. Pero cuando el árbol crece el palo se tiene que retirar, sí o sí. Es cuestión del arbol que siga creciendo recto o no.
Afortunadamente yo no quedé torcido y eso me ha dado libertadpara crecer, crecer y seguir creciendo hasta que alcancé el cielo y el sol, la luna y la lluvia brille, ilumine y mojen mis hojas.
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jueves, 17 de noviembre de 2011
Rubalcaba: “lo que yo haría…” …¿Entonces, por qué no lo hizo?
martes, 15 de noviembre de 2011
127 horas
¿Qué es la vida? ¿Por qué luchar para salir de la cueva cuando uno se siente atrapado? ¿Por qué merece la pena? ¿Cuánto de nosotros estaríamos dispuestos a entregar por vivir? ¿Qué nos espera ahí fuera?
Hay tantas historias de esfuerzos extraordinarios por continuar respirando, que me resulta inevitable considerar que esto ha de ser único, que esa lucha es tan crucial que debe otorgar algo maravilloso. Y esto no sólo sucede a nivel humano, cualquier otro animal, por sencillo que nos parezca, se emplea al máximo por vivir.
¿Qué le esperaba fuera al protagonista de la película para luchar con todo su ímpetu por sobrevivir? quizá su familia, quizá subir nuevas montañas, quizá cantar una canción, quizá un beso...
¿Y a vosotros, que os impulsa cada día a levantaros de la cama? ¿Qué meta ondea en vuestro horizonte y os mantiene ilusionados? ¿Con qué vibra vuestro corazón?
Aprovecho para dejaros un enlace de audio de un sabio, quien hace un magnífico análisis de lo que implica ser un "puto superheroe de los cojones", tal como dice el protagonita de la película.
ANÁLISIS
Gabusito :)
sábado, 12 de noviembre de 2011
Una decisión, un camino, un mismo destino.
¡ATENCIÓN!
Recuerdo el primer día, seguro que tú también. No sabía que aquello sería el sinónimo de mi infancia, el eje de giro de la vida de un feliz niño.
Nadie me dijo que mi decisión iba a transcender para toda mi vida. Que iba a tener que defender a capa y espada una elección arbitraria. Que la fidelidad por aquella criatura no tendría límites.
Nadie mejor para darte la bienvenida que un hombre con gafas y bata blanca. Cualquier adulto en ese momento se echaría para atrás, recularía con cuidado y evitaría cualquier contacto con aquel hombre. Pero el niño es humilde, sincero, indefenso, inconsciente de cualquier consecuencia. Yo, que también fui (y aún me considero) un niño, fui hacia adelante.
Ese hombre me ofrecía empezar de nuevo. Me ofrecía la posibilidad de cumplir mis sueños, de llegar a ser el mejor. Sí, creo que vamos sintonizando: "El mejor que habrá jamás".
Quería ganarse mi confianza, quería conocer mi nombre, quería que fuera su pupilo. ¿Qué daño podía causarme?¿Que es lo que quería ese hombre de mí? Y... ¿y yo de él?. Había que averiguarlo.
No había tiempo que perder, la decisión era inmediata. ¿Una prueba?¿Una pregunta?¿Una moneda al aire?¿Quizás un juego? No. Un color. El color que, sin ser consciente aún, teñiría mi personalidad, mis ideas, mis gustos, mi vida.
Ahora el miedo sí se apoderaba de mí, tenía que volver, pero era demasiado tarde. Una elección de tal magnitud y transcendencia se hacía evidente hasta para un crío como yo.
Todo dependía de mí. ¿Podría cargar con esa responsabilidad?¿Estaría preparado para ser un Maestro, para ser un Entrenador? Era la hora, era el momento, yo era el elegido y tenía que demostrarlo.
Era el mismo momento en el cual millones de elegidos tomaron la primera decisión de su vida, la elección más importante de sus infancias.
El hombre me ofreció alternativas, pocas, pero según él, las mejores. Todas igual de buenas, pero todas distintas. Curioso. ¿Qué inclinaría la balanza entonces? Quizás nada, quizás el azar, quizás la curiosidad, quizás la diferencia, quizás la comodidad. En mi caso fue la diferencia.
Los conocidos de mi quinta prefirieron acogerse a lo seguro, a lo fácil, a lo que nunca falla. Sin luz no hay vida. Eso razona el cerebro. La vitalidad, la alegría, la energía, todo se asocia al mismo color: el rojo.
Pero yo nunca fui igual que el resto. Yo quería ser diferente. Buscar la alternativa, demostrar que la decisión no era única. El hombre me aseguró que eran los mejores y que no había diferencia. Si hasta ahora todo iba sobre ruedas, debía concederle un voto más de confianza. Pensé. Serenidad, calma, claridad, transparencia, pureza. Estaba claro. Tenía que elegirlo, no había duda, ese era mi color.
El miedo volvió a aparecer. Esta vez más intenso. El miedo me tomó la ventaja. El hombre de la bata blanca no me puso las cosas fáciles. Pulsé. "¿Estás seguro?" ¡Claro que no estoy seguro! Pero, ¿iban a concederme más seguridad el resto de colores? ¡No! Era ese mi color. ¿Estás seguro? Sí. ¿Estás seguro? ¡Sí! Ahora o nunca. Pulsé de nuevo.
¡Ya había terminado todo! Mi color tomó forma. ¡Con que aquello escondía la bolita! Me gusta. ¡Sí! ¡Me gusta! ¡Mamá, mira, es mío, lo he elegido yo! ¡Papá mira! ¿Te gusta? ¡Lo he elegido yo! Es mío. Soy yo.
El miedo se esfumó. Dio paso a un estado de euforia, de un bienestar infinito, de una confianza en mí mismo incalculable, de unas magníficas sensaciones que aún hoy en día mantengo como aquel señalado día de la primavera del 97.
Puedo decir que me siento orgulloso de mi elección. Ha sido la mejor elección de mi vida, escogí la mejor opción, estoy seguro.
Si volviera a empezar, volvería a tomar el mismo camino. Los mismos compañeros de viajes.Las mismas preferencias. Cantaría de nuevo la canción. Volvería a ilusionarme, a llorar de emoción, a disfrutar de cada nueva victoria.
Volvería a convertirme en un gran Entrenador, en un verdadero Maestro.